Dicen que cada generación es más precoz*. No sé si sea cierto, pero mi sobrina a sus dos años ¡ya tiene galán! Se llama Marcelo y la trae bien enamorada :-).
Junio 2:
"Mamita, Mathelo (Marcelo) me dió un besito en mi cachete." Y qué sentiste mi amor? "Taaaan feliz" (cabe mencionar que Marcelo todavía usa pañal y habla la mitad que mi hija)
Junio 8:
Me dice mi hija de dos años al subirla al coche para ir al kinder: "APÚRRRATE MAMÁ, ME ESTÁ ESPERRANDO MATHELO (Marcelo)" y yo le contesto: "para qué?" y con una sonrisa coqueta y en voz de secretito me dice "PARA VERME!!!!"
Julio 1:
Oye hija, y para todo esto, Marcelo habla? (porque tiene compañeros que todavía no)... "Siiiiiii mamá" (en tono de duh!)... Y qué te dice? Y con una carita hermosa me dice: " Cosas importantes!"... Jajajajajajaaja... Me pregunto a los dos años, qué serán esas cosas importantes que la hacen tan feliz....
¡Mi sobrina es lo máximo!
* Lo que me lleva a preguntarme si la precocidad tiene un límite (toda sucesión monótona tiene un límite, ¿no? :-P)
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